La detección de la osteoporosis suele producirse de manera inesperada tras haber sufrido una fractura ósea. El diagnóstico de esta enfermedad se basa en aplicar las técnicas densitométricas a la población con más riesgo.
La osteoporosis (enfermedad de los huesos) suele detectarse por sorpresa tras por ejemplo haberse producido una rotura de cadera, frecuentemente en personas mayores. A pesar de la evidencia de que la osteoporosis posee un difícil diagnóstico, actualmente en la sanidad española existe un déficit de densitómetros, que sirven para diagnosticar osteoporosis.
Existen varios datos preocupantes en la sanidad española hablando de la disponibilidad de densitómetros. En comunidades autónomas como Cantabria, o en ciudades como Ceuta o Melilla no hay densitómetros disponibles en la sanidad pública. Además, en otras comunidades como Extremadura y Navarra, sólo existen dos densitómetros en cada una.
Se cree que en España unos tres millones de personas sufren osteoporosis, de las cuales dos millones y medio son mujeres. De todas estas personas, tan sólo a un dieciocho por ciento se le ha diagnosticado esta enfermedad.
Hay diversos factores que somos incapaces de transformar con tal de no sufrir osteoporosis (la edad, menopausia, antecedentes familiares...), sin embargo, podemos reducir el riesgo de padecer esta enfermedad con medidas como hacer ejercicio, cuidar nuestra alimentación, y sobre todo no llevar una vida sedentaria. Además, ante cualquier fractura ósea, debemos acudir al médico inmediatamente para que en caso de sufrir osteoporosis se produzca su diagnóstico a tiempo.
