Solubilidad, s, es la concentración de soluto en una disolución saturada a una determinada presión y temperatura, es decir, la máxima concentración de un soluto que admite un disolvente manteniendo la presión y la temperatura constantes. Suelen encontrarse valores de la solubilidad en gramos de soluto en 100 g. de disolución saturada.
La temperatura tiene una gran influencia en la solubilidad. Como regla general, la solubilidad suele aumentar al incrementarse la temperatura. La denominada curva de solubilidad surge de la representación en papel milimetrado de la variación de la solubilidad con la temperatura.
La forma más fácil para elaborar una curva de solubilidad es disolver el reactivo en el disolvente con el objetivo de obtener una disolución final saturada (a una determinada temperatura), tomar una cantidad de dicha disolución y , por medio de un estudio gravimétrico, calcular la cantidad de soluto que hay en esa disolución. Si la disolución saturada está lo suficientemente diluida, la solubilidad de algunas sustancias sigue el comportamiento expresado en la siguiente ecuación:
ln(s) = cte - ∆fus/RT