Las fibras nerviosas se componen de un axón y de las vainas que envuelven a éste. Las vainas forman haces en el sistema nervioso central, mientras que en el periférico constituyen los nervios. Si juntamos todas estas vainas envolventes se forma la vaina de mielina, cuyas fibras se denominan fibras mielínicas. Todos los axones están rodeados de pliegues envolventes.
La vaina de mielina posee forma esférica, y está compuesta de material lipídico que forma la envoltura del axón. Esta envoltura es una capa discontinua que se ve interrumpida por los denominados nodos de Ranvier.
Cada oligodendrocito del sistema nervioso central es capaz de mantener funcionando vainas de mielina destinadas a envolver hasta cincuenta fibras nerviosas. En el sistema nervioso periférico, en cambio, sólo existe una célula de Schwann por cada fibra nerviosa. Las vainas de mielina empiezan a surgir antes del nacimiento y también durante los primeros doce meses de vida.
Los componentes principales de las vainas de mielina son los fosfolípidos, los cerebrósidos, el colesterol, la esfingomielina, la cefalina...