Generalmente la gente contempla que tras estudiar farmacia la única salida es la oficina de farmacia, aunque hay otras muchas. Como por ejemplo la Farmacia de Atención Primaria, que suele confundirse con la actividad que realiza el farmacéutico en la oficina de farmacia.
La Farmacia de Atención Primaria (FAP) pertenece al ámbito profesional del farmacéutico en el campo de la atención primaria. Desempeñando esta labor, el farmacéutico no dispensa ni vende ninguna clase de medicamentos, por lo que no cobra por venderlos. Este es el matiz principal que diferencia la labor del farmacéutico en la oficina de farmacia y en la atención primaria.
Para poder llegar a ser farmacéutico de Atención Primaria es necesario tener el Grado en Farmacia. Estos profesionales tienen la responsabilidad de lograr que se usen adecuadamente los medicamentos en el ámbito de la atención primaria. Dichos farmacéuticos desempeñan diversas funciones relacionadas con la Farmacia Clínica (orientado a médicos, enfermeros...) y con los pacientes , en la denominada Atención Farmacéutica. Cabe destacar el papel que desempeñan los farmacéuticos de atención primaria como asesores en el campo de la farmacoterapia. Además, estos profesionales juegan un papel muy importante en la planificación sanitaria en relación con los medicamentos.
La farmacia de atención primaria constituye el principal elemento de unión entre la Oficina de Farmacia y la Farmacia Hospitalaria. En diversos países se está barajando la opción de que la Farmacia de Atención Primaria tenga una parte en común con la ya instaurada Farmacia Hospitalaria.