miércoles, 1 de junio de 2011

Células Sanguíneas


Conviene tener en cuenta los siguientes aspectos acerca de la sangre y la linfa:
  • Casi todas las células sanguíneas, a excepción de los linfocitos, no terminan dividiéndose y poseen una vida no muy larga. Por estos motivos, la mayoría de las células sanguíneas deben renovarse constantemente a lo largo de su periodo vital.
  • Las células que desempeñan sus funciones en el árbol cardiovascular son los hematíes y las plaquetas.
  • En cambio, los leucocitos se transportan por la sangre con el fin de llegar a los tejidos (fuera del árbol cardiovascular). Una vez allí los leucocitos realizan sus funciones (defensivas).
  • Los únicos que son capaces de volver a circular tras haber salido del torrente sanguíneo son los linfocitos, que vuelven a circular por medio del sistema linfático. Además, son los únicos que se pueden dividir.
  • En cuanto a la hematopoyesis, podemos definirla como el proceso en el que se forman células sanguíneas dentro de la médula ósea. Todas las células sanguíneas provienen de la célula madre, que es capaz de diferenciarse en dos linajes (mieloide y linfoide). La hematopoyesis es un proceso muy activo, y requiere de diversos factores de crecimiento.
Si hablamos de los órganos linfoides, podemos distinguir dos tipos:
  • Órganos linfoides primarios. Son los lugares en los que maduran y se producen los linfocitos (médula ósea y timo).
  • Órganos linfoides secundarios. En estos órganos se almacenan los linfocitos (amígdalas, bazo, ganglios linfáticos).
Las células que originan tumores malignos se diseminan por todo el cuerpo gracias a los vasos linfáticos.
 
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